Somos ciudadanas y ciudadanos que percibimos un deterioro paulatino de la institucionalidad del país en los últimos años. Nos da la impresión que el sistema político en general está siendo cada vez menos capaz de canalizar adecuadamente las aspiraciones de los chilenos, lo cual despierta nuestra preocupación.

Creemos que el funcionamiento colectivo de uno de los pilares más importantes de esta institucionalidad, el Congreso, podría ser mejor. Ello a pesar de que los congresistas puedan ser personas respetables, puedan tener las mejores intenciones y estén en sus posiciones por derecho legítimo.

Tenemos la percepción de que la ciudadanía no se siente debidamente interpretada y representada por el Congreso como institución. 

Creemos que una causa muy importante de todo lo anterior pudiese estar en los sistemas electorales que ha habido en los últimos años.

En particular, pensamos que el sistema electoral vigente genera incentivos para elegir candidatos que tienden a amplificar la polarización y que una vez en el Congreso se comporten “extremando sus posiciones”, con posturas maximalistas.

 

Ello porque electoralmente no necesitan convencer a la mayoría nacional, sino que dirigen su mensaje a una base de apoyo minoritaria.

 

Parece no existir un incentivo real a buscar consensos.

 

Adicionalmente, creemos que el sistema electoral vigente genera incentivos para una creciente atomización y fragmentación de los partidos, lo que dificulta aún más la calidad del debate y la búsqueda de acuerdos razonables para el progreso de Chile.

 

Hay algunos indicios de que la población pudiese tener una apreciación coincidente con la nuestra: El Congreso muestra una muy baja evaluación ciudadana (menos del 5%).

 

A modo de comparación, los alcaldes, los cuales son elegidos según una votación mayoritaria, tienen una mucho mejor evaluación de la ciudadanía.

 

Seremos más felices y mejores personas si sabemos parlamentar, escuchar, llegar a grandes y fecundos acuerdos. Que nuestra patria pueda llegar a ser un congreso nacional en el cual, dialogando, se construya unidad y caminos de desarrollo.
Óscar Pizarro
PROFESOR DE HISTORIA
Cualquier poder, si no se basa en la unión, es débil.
Jean de La Fontaine
POETA Y FABULISTA FRANCÉS